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El uso de ChatGPT como si se tratara de un psicólogo, un terapeuta, un coach o un confidente está creciendo exponencialmente. De hecho, se está convirtiendo en una práctica cada vez más habitual en los hogares. Resultando un fenómeno emergente, es bastante difícil de cuantificar. Sin embargo, el uso de la Inteligencia Artificial como psicólogo, para terapia y acompañamiento, está a la cabeza de los principales usos que hoy en día las personas le dan a la IA.

CONTENIDOS

Déficit de servicios de salud y soledad no deseada

Razones para usar la Inteligencia Artificial como psicólogo

Cuando la IA deja de ser una ayuda y se convierte en un riesgo

Consecuencias negativas de usar la IA como psicólogo

Conclusión

 

Para darnos cuenta del impacto que tiene este acontecimiento social, no hay más que constatar que, ya en diciembre del 2023, ChatGPT contaba con 180.5 millones de usuarios mensuales, un público extremadamente extenso. Por eso, al igual que ha sucedido en el pasado con otras tecnologías, como las aplicaciones móviles o la realidad virtual, era en cierta manera natural que la IA acabaría rozando el campo de la psicología. Para quienes utilizan ya la Inteligencia Artificial como psicólogo, las ventajas suelen ser la inmediatez, la gratuidad y la empatía percibida.

Según una reciente encuesta digital de atención médica, el 25% de los estadounidenses hablaría antes con un chatbot de IA que con un psicólogo, si tuvieran un problema. El 80% de las personas que habían utilizado la IA como psicólogo pensaban que podría ser una alternativa eficaz a las sesiones de terapia.

Déficit de servicios de salud y soledad no deseada

La falta de psicólogos en la atención primaria, así como el costoso acceso a la terapia privada, que puede oscilar entre los 60 y 100 euros la hora, puede también explicar en parte el uso de la IA para buscar el bienestar emocional. En España hay 5 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, una cifra muy alejada de los 20 profesionales por cada 100.000 habitantes recomendados por los expertos en psicología clínica. Otro de los factores claves que explican el auge del uso terapéutico de la IA es la creciente epidemia de soledad, principalmente entre los jóvenes. Según las últimas investigaciones, un porcentaje muy elevado de la población, el 20%, sufre de soledad no deseada, siendo más prominente en las mujeres, un 21.8 %, que en los hombres, un 18%.

La falta de educación emocional y de información sobre cómo identificar y abordar los problemas del día a día lleva a muchas personas a buscar respuestas por su cuenta. A diferencia de la salud física, en los malestares del alma no hay una hoja de ruta clara. Si antes se consultaban las cuestiones médicas al doctor Google, ahora toca el turno de acudir al diván de la mano de ChatGPT en busca de ayuda psicológica.
Razones para usar la Inteligencia Artificial como psicólogo

IA como psicólogo

Razones para usar la Inteligencia Artificial como psicólogo

Las personas que utilizan la IA como si fuera un terapeuta, lo hacen por diversas razones, entre ellas:

1. Accesibilidad y disponibilidad inmediata: La IA está disponible 24 horas al día, los 7 días de la semana, eliminando las barreras de tiempo y ubicación. Las personas pueden obtener un apoyo rápido en cualquier momento, lo cual es útil para quienes necesitan desahogarse de inmediato o tienen horarios complicados.

2. Anonimato y menor estigma: Hablar con un chatbot de IA ofrece, en principio, un anonimato total. Para muchas personas, esto reduce el miedo al juicio o al estigma social que a veces se asocia con la ayuda profesional humana, facilitando que se compartan los delicados problemas personales con mayor confianza.

3. Costo reducido o gratuito: La terapia tradicional puede ser costosa y no siempre está cubierta por el seguro médico. Las herramientas de la IA ofrecen una alternativa atractiva y económica para aquellos con dificultades económicas.

4. Falta de acceso a profesionales: En algunas áreas puede haber escasez de profesionales de salud mental o largo tiempos de espera para las citas. La IA ayuda a llenar ese vacío, proporcionando algún tipo de apoyo emocional cuando los recursos humanos no están disponibles.

5. Comodidad y privacidad: Los usuarios pueden interactuar con la IA desde la comodidad y la privacidad de su hogar, lo que hace que el proceso sea menos intimidante que una sesión cara a cara con un terapeuta.

6. Apoyo temporal complementario: Muchas personas usan la IA como una solución temporal para superar momentos difíciles o como complemento a la terapia tradicional.

 

Cuando la IA deja de ser una ayuda y se convierte en un riesgo

Lo que no debemos olvidar es que usar la Inteligencia Artificial como psicólogo también tiene sus riesgos. Muchos expertos aseguran que la IA refuerza el egocentrismo y las ideas paranoides. Y aunque la inmediatez, la gratuidad y la aparente empatía son algunos de sus beneficios, sus algoritmos tienden también a generar dependencia. Por no hablar de la confidencialidad, que hoy por hoy no está garantizada al cien por cien.
OpenAI ha empezado a estudiar el uso terapéutico de su chatbot estrella. Una de las conclusiones es que quienes consideran a ChatGPT como un amigo, son más propensos a experimentar los efectos negativos por el uso del chatbot. También se han dado cuenta de que un uso prolongado se asocia con consecuencias más perjudiciales. La responsable de comportamiento y políticas de modelos en OpenAI, Joanne Jang, aseguró en junio de este año 2025 que, “si facilitamos el alejamiento de las conexiones humanas caóticas y exigentes, sin pensarlo bien, podríamos tener que enfrentarnos a consecuencias imprevistas que desconocemos”.

Consecuencias negativas de usar la IA como psicólogo

He aquí algunas de las posibles consecuencias negativas:

1- Los chatbots de IA pueden reforzar los propios pensamientos y emociones de sus usuarios (si bien no hay aún evidencia científica al respecto). Hablar todo el rato de un problema, no es garantía de solución. Un uso excesivo, autorreferencial y no reflexivo de ChatGPT, podría reforzar dinámicas egocéntricas y limitar la autocrítica y el desarrollo emocional.

2- La IA no tiene conocimiento acerca del contexto social y emocional de la persona. La IA no es capaz de leer y comprender las sutilezas del lenguaje humano, tanto el verbal como el no verbal. Mientras que un psicólogo analiza gestos, tonos de voz, expresiones faciales y silencios, la IA solo interpreta texto plano, sin contexto emocional real.

3- La IA tiende a reforzar los sesgos de confirmación del usuario. No confronta ni cuestiona lo que se le dice, simplemente responde en función de los datos con los que ha sido entrenada. Su propósito es ayudar, pero de forma terapéutica. Y su forma de ayudar puede ser peligrosa, especialmente en personas en situación de vulnerabilidad emocional.

4. La IA no está diseñada para detectar señales de alarma ni para anticipar conductas de riesgo. Un psicólogo puede intervenir cuando percibe que un paciente está atravesando una crisis o acercándose a una conducta autolesiva, una máquina no.

Conclusión

La inteligencia artificial es una herramienta poderosa, pero no puede ni debe sustituir al acompañamiento humano de un profesional de la psicología. La salud mental requiere escucha activa, empatía genuina, análisis profundo y capacidad de intervención ante el sufrimiento. Nada de eso puede ofrecerlo una Inteligencia Artificial como psicólogo. Por tanto, aunque la IA pueda ser útil como complemento en ciertos contextos, no debe ejercer nunca como terapeuta.

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